Calor sofocante. Nervios, incluso... ¿miedo?
No, no había miedo. No tenía miedo. Solo emoción.Solo expectación.
Solo esperaba que esas cuatro luces que tenía delante se encendieran y diese comienzo la carrera.
Agarro con más fuerza los mandos de mi BMW-Sauber.
Mi ingeniero me grita unos últimos consejos, pero con el estruendo del motor apenas lo oigo. No hace falta.
Se enciende una luz. Noto la tensión que sacude las gradas del Istanbul Park. La gente se levanta para ver lo mejor posible la salida.
Se enciende la segunda. Miro a mi izquierda y veo el coche blanquiamarillo de Fernando Alonso.
Miro por mis retrovisores y detrás del ondulante aire puedo atisbar la mancha roja del F2008 de Kimi Raikkonen.
Delante mía solo el asfalto.
Pole position. Iba a por la primera victoria de BMW, y la mía también.
Se enciende la tercera luz. Siento mi corazón a punto de estallar. Suspiro.
Se ilumina todo el semáforo. 1 segundo para la salida, 5 décimas, 3...
El semáforo se apaga. Salgo como una exhalación. Alonso tiene muy buena salida. Casi me adelanta. No le dejo.
Voy a ganar.
Relato de José Cantó Reig
Tres, dos, uno...
lunes, 3 de noviembre de 2008
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